miércoles, 9 de marzo de 2016

Cajamarca, la historia de la pobreza y baja competitividad

Cajamarca posee gran cantidad de recursos naturales y poblacionales. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), concentra un 14.1% del ganado vacuno a nivel nacional, y un 4.9% de la población total del país. Sin embargo, en 2015, ocupó el puesto 23 (de 24 departamentos) en el Índice de Competitividad Regional (Incore), es decir, está bastante rezagada en lo que a competitividad se refiere, lo cual la imposibilita de salir de la pobreza y el subdesarrollo en el que se encuentra. 
Por ello, es imprescindible que el Gobierno regional de turno impulse un shock agresivo de inversión, por ejemplo en el desarrollo de capital humano y en la productividad del sector agropecuario. Basta revisar algunos indicadores para evidenciar que Cajamarca está en alerta roja, ciertamente, en el carnaval de la ineficiencia. En el período 2007-2014, su PBI creció, en promedio, un 4.7% anual, mientras que el promedio nacional fue 5.6%, según el INEI. Más alarmante aún, su PBI per cápita asciende a S/ 9,843 anuales, es decir, S/ 820.3 mensuales. Y para 2014, un 52.9% de su población se encontraba sumida en la pobreza. Educación Si bien es cierto que se ha avanzado en cuanto a cobertura en educación inicial (80.6%) y primaria (94.1%), existen grandes falencias en la cobertura secundaria (73.3%), calidad de aprendizaje, infraestructura y gasto promedio por alumno. 


Por ejemplo, según el Ministerio de Educación (Minedu), el rendimiento de los estudiantes cajamarquinos en comprensión de lectura y matemáticas, en 2014, fue del 31.6% y el 23.4%, respectivamente. Además, un 16.4% de locales públicos requieren reparación total y solo un 18.7% del total se encuentran en buen estado. Asimismo, gran parte de los locales públicos carecen de agua potable (37.9%), desagüe (35.3%) y electricidad (33.4%). Y en 2014, la inversión por alumno en educación técnico-productiva y superior técnica fue de S/ 687 (62% por debajo del promedio nacional) y S/ 2,368 (48% por debajo del promedio nacional), respectivamente. Actividad agropecuaria Según el INEI, Cajamarca concentra un 15% del total de productores agropecuarios del país (339,979). 

Sin embargo, el 99.8% de ellos opera como persona natural, lo cual no les permite formar una red de comercialización sólida ni impulsar economías de escala para su producción. Además, un 75% de ellos solo cuenta con primaria completa o menos, lo que evidencia la falta de tecnificación del sector. Por otro lado, el valor agregado bruto1 (VAB) en 2014 se contrajo y la ganadería, agricultura, caza y silvicultura también. Así, en el período 2007-2014, este sector creció tan solo un 1.5%. Otro indicador de baja competitividad es la producción de leche. 
Cajamarca representó un 17% de la población vacuna en ordeño nacional, en 2014; sin embargo, ¡los primeros productores son Lima y Arequipa, que poseen alrededor de la mitad de su población vacuna! La ironía es que este es uno de los sectores que debería avanzar, ya que la actividad agropecuaria concentra un 59.4% de la PEA regional. ¿Qué se debe hacer? No sirve de mucho que las familias reciban transferencias económicas temporales de programas como Juntos, si su competitividad no mejora. O si, según el Minedu, solamente un 17.9% de los matriculados en educación superior no universitaria egresaron en 2014. O si el 90.4% de colegios no posee acceso a internet, según el Instituto Peruano de Economía. O si el 77.9% de los productores agropecuarios considera que esta actividad no les produce suficientes ingresos. Es decir, no basta con asegurar que vayan a la escuela, sino que las condiciones del entorno posibiliten mayor aprendizaje. 
No basta con impulsar la minería, sino también el sector más intensivo en mano de obra, el agropecuario, lo cual coadyuvará a reducir la pobreza. En tal sentido, urge un shock de inversión productiva en el sector agropecuario (que, dado su carácter familiar y de subsistencia, se mantiene rezagado), con lo cual se reduciría la pobreza sostenidamente, aumentaría la productividad y la calidad de vida. De tal manera, se deben impulsar actividades como la pesca y acuicultura, como se hace exitosamente en la Granja Porcón, cooperativa agraria ubicada en Cajamarca, dado que en el período 2007-2014 su VAB creció un 10.1% en promedio. 
O las telecomunicaciones y servicios de información, cuyo VAB, análogamente, aumentó un 11.7%. Adicionalmente, promover el cultivo de café, lima, chirimoya y arveja grano seco, cuyas producciones representan un 21.5%, 24.4%, 22.6% y 30.6% de la producción nacional, respectivamente. Asimismo, generar productos con mayor valor agregado y comercializarlos tanto en el ámbito nacional como internacional. En conclusión, para que Cajamarca avance apremia focalizar políticas en pro del aumento de la productividad, es decir, mejorar el ámbito educativo y el sector agropecuario. Además, impulsar una oferta educativa ligada al sector agropecuario, para así incrementar su tecnificación y competitividad. Cajamarca se ha estancado y concentra la mayor parte de pobreza extrema del país. ¡Está en luz roja! El tiempo de cambio se agota y, como siempre, los más afectados son los que tienen menos oportunidades de desarrollo.(Semanario Comex 834)
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